Triunfo incontestable de los grancanarios ante los Caníbales del Joker Floors Las Rozas (5-9). Mario Diez (3), Chuck Baldwin (2), Kevin Mooney (2), Óscar Sierra y Alex Pérez, los autores de los tantos amarillos
El Molina Sport consigue en la capital su duodécima victoria de la temporada tras doblegar al Joker Floors Las Rozas en su casa (5-9), en un duelo que los grancanarios resolvieron en la primera parte con un 1-5 al descanso y que los madrileños maquillaron en la recta final de la segunda mitad.
De esta manera el campeón va con los deberes hechos al parón de la Copa del Rey que se celebra en Gran Canaria del 7 al 9 de febrero.
Los grancanarios tardaban 20 segundos en demostrar su pegada a los Caníbales de Las Rozas en una jugada trenzada entre Kevin Mooney y Mario Díez que no perdonaba ante Roberto Mampel que no podía evitar que el primer tanto subiese al marcador del Centro de Patinaje Las Rozas (0-1).
El dominio del juego por parte del vigente campeón era total ante un Joker Floors Las Rozas que se veía a las primeras de cambio con un 0-2 en el electrónico al repetir Mario Diez con una nueva asistencia de Kevin Mooney tras cuatro minutos de juego disputados de partido.
Los madrileños intentaban recortar diferencias adelantando sus líneas, lo que era aprovechado por el killer de los amarillos, Chuck Baldwin, para colocar el 0-3 en el luminoso al culminar una jugada individual.
La ambición de los madrileños encontraba su recompensa a poco menos de 11 minutos para el descanso en un pase medido de Iván Pascual que Javier Salido aprovechaba para enviar al fondo de las mallas de la meta defendida por Javi Tordera. Pero la respuesta de los grancanarios no se hacía esperar y Mario Diez perforaba por tercera vez la portería de Roberto Mampel en una jugada individual que colocaba el 1-4 en el marcador, con algo menos de 10 minutos por disputarse de la primera parte.
Prácticamente sobre la bocina del final de la primera parte Chuck Baldwin habilitaba a Óscar Sierra que enviaba el disco al fondo de la red para enfilar el túnel de vestuarios con un 1-5 en el marcador que dejaba encarrilado el encuentro para los hombres de Kevin Mooney.
Reacción insuficiente de los madrileños
El descanso le servía a Las Rozas para reordenar sus piezas y arrancar la segunda parte sorprendiendo a su rival con una buena asistencia de Iván Pascual que aprovechaba Gonzalo Ochoa para recuperar distancias prácticamente sin tiempo para colocarse en la pista; pero una vez más la reacción de los amarillos no se hacía esperar y Chuck Baldwin tiraba de generosidad para dar un pase de gol al jefe, Kevin Mooney, que estrenaba su cuenta particular subiendo al marcador el 2-6 tras menos de dos minutos disputados del segundo acto.
El Molina a pesar de su amplia renta en el marcador se mantenía fiel a su estilo ofensivo y encontraba su recompensa a 18 minutos del final en un pase medido de Jan Andrysek que Kevin Mooney se encargaba de transformar en su segundo tanto del encuentro (2-7).
El ritmo incesante de los grancanarios seguía haciendo mella en la defensa de los Caníbales que no podían evitar que un pase medido de Kevin Mooney lo transformase Chuck Baldwin en el 2-8 a menos de 14 minutos para el final del encuentro.
Cada intento de los madrileños por encontrar el camino hacia la portería de Javi Tordera se traducía en un nuevo golpe de los grancanarios que encontraban en la calidad individual de Alex Pérez el camino hacia un nuevo tanto isleño (2-9).
El conjunto madrileño optaba por cambiar de guardameta a poco más de 11 minutos para jugarse, dando entrada a Diego Torrijos en lugar de Roberto Mampel.
A pesar de la diferencia Las Rozas seguían intentando meterse en el partido con un nuevo gol que lograría Gonzalo Ochoa a falta de nueve minutos para el final en una asistencia de Javier Salido. Sin tiempo para encajar el golpe, repetían los madrileños con una combinación entre Miguel Mendoza y Javier Salido que el segundo convertía en el 4-9 a ocho minutos para el final del duelo.
La confianza de los Caníbales les daba nuevos bríos y Miguel Cruzat en una jugada individual daba un nuevo zarpazo para reducir la diferencia a cuatro goles al término del partido (5-9).